martes, 10 de agosto de 2010

Moratinos y los intereses españoles en Cuba

Muchos cubanos del exilio y la oposiciòn interna han manifestado gran contrariedad por las declaraciones y esfuerzos del Ministro de Relaciones Exteriores de España con el objetivo de modificar la posiciòn comùn de la Uniòn Europea e impulsar las conversaciones y negociaciones bilaterales a partir de la deportaciòn a España ò Chile (no se puede hablar de liberaciòn) de un grupo de presos polìticos cubanos, sin comprender que la posiciòn del Sr. Moratinos es parte de la continuidad històrica y la lògica de los intereses geopolìticos de España hacia Cuba.

El verdadero objetivo de la posiciòn española dentro de la Uniòn Europea es la defensa y protecciòn de los actuales y perspectivos intereses econòmicos de sus grupos inversionistas desde hace tiempo presentes en la Isla en diversos sectores como energìa, comunicaciones y turismo. El tema de la supuesta lucha por la democratizaciòn de la sociedad cubana es solamente un pretexto usado ocasionalmente para presionar y sacar ventajas en sus negociaciones bilaterales con la Habana y en un cierto protagonismo en este asunto dentro la Uniòn Europea, por sus supuestos conocimientos como ex-metròpoli colonial.

En el caso de Cuba, el Sr. Moratinos entiende por “democracia” un clima polìtico que le asegure a España futuras fuentes de abastecimientos de energìas en la Isla a travès de las inversiones del grupo Repsol; y que proteja los intereses en la industria turìstica de grupos como Sol Melia , Iberostar y Oasis entre otros; asì como en los sectores de las comunicaciones y transportes, en especial la telefonìa; y en el sistema financiero con una gradual penetraciòn de sus mayores grupos bancarios.

De hecho, la situaciòn actual conviene a los grupos inversionistas españoles porque estàn operando en un mercado necesitado de capitales frescos, en el cual no existe la iniciativa privada nacional ni la competencia de los inversionistas estadounidense resultado de la absurda polìtica del embargo econòmico del gobierno EU, que tanto ha favorecido al gobierno cubano como a España en sus relaciones comerciales con la Isla. El embargo ha sido un comodìn para muchos paìses en sus relaciones con la Habana.

En realidad es difìcil entender còmo el gobierno español en la voz de su ministro de relaciones exteriores insiste en proponer abiertamente ante la Uniòn Europea una polìtica exterior mediocre y oportunista hacia la problemàtica cubana. Sin embargo, es tambièn muy preocupante observar còmo puede encontrar seguidores en algunos gobiernos de la Uniòn Europea cuando argumentan como avances de la democracia en Cuba la autorizaciòn a comprar y usar telèfonos celulares y computadoras, cierto acceso restringido a la internet, la posibilidad de hospedarse en hoteles ò alquilar un auto (todo ello en una moneda ajena al pueblo), la entrega en usufructo de las tierras ociosas (ùnica medida con cierta importancia polìtica, social y econòmica) y la reciente deportaciòn de un grupo de prisioneros cubanos.

Lo hemos escuchado decir que algo es algo; dando por extraordinario y avance lo que es normal para casi todo el mundo contemporàneo. El Sr. Moratinos, en su calidad de ministro, entendemos que deba defender abiertamente y con fuerza los intereses de los inversionistas españoles, pero no podemos aceptar que sea en detrimento de los cubanos, o usando a su antojo la banderita del problema Cuba cuando y còmo le interesa o convenga a su paìs.

Hoy màs que nunca, los cubanos no debemos olvidar que en el siglo XIX, Cuba fue la màs preciada posesiòn en los intereses geopolìticos del imperio colonial español, a la cual se aferraron hasta el ùltimo minuto. En Cuba, España tuvo el mayor y mejor armado ejèrcito colonial, dedicando enormes recursos y hombres en la lucha contra las aspiraciones de los independentistas cubanos. De manera oportunista cuando la derrota era inminente, no tuvo otra alternativa que negociar con los EEUU el final de la guerra sin considerar a los independentistas cubanos. El gobierno de Zapateros, en la figura de sus Ministro Moratinos hoy està haciendo una polìtica similar en la Uniòn Europea para salvaguardar sus intereses en Cuba ante la aguda crisis que enfrenta el règimen en la Isla.

Al Sr. Moratinos es bueno recordarle que el colonialismo español desapareciò a finales del siglo XIX, y que no se debe hacer la ilusiòn de poder vendernos un neocolonialismo disfrazado al inicio del XXI. Ni España, ni la Uniòn Europea, ni EEUU deben asumirse algùn papel rector o directo en el proceso por la democracia en Cuba; esto es y debe ser asunto y responsabilidad de los cubanos. Si quieren colaborar, bienvenidos, sin condiciones ni recetas, sin intereses ni maniobras encubiertas y oportunistas; sin asumir papeles protagònicos marginando a la sociedad civil y la oposiciòn cubana.

Los cubanos debemos aprender de los chilenos, de los suràfricanos y del pueblo español (no de los Moratinos, ni de sus inversionistas) a crear el movimiento cìvico en Cuba y en el exilio por el diàlogo en pro de la democratizaciòn de la sociedad cubana.

No me digan que es una ilusiòn; otros pudieron, por què los cubanos no?!

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